domingo, 19 de octubre de 2014

Pobrecitos diseñadores

Me la paso mirando en redes sociales en general los lloriqueos de los diseñadores con respecto a lo difícil que es trabajar con los clientes que regatean irracionalmente, que no pagan y que piden puras pendejadas.

Pobrecitos diseñadores.

Se ve que no conocen lo que hace que sus diseños funcionen ni lo que uno tiene que pasar para lograrlo.

sábado, 18 de octubre de 2014

Pinche centova



Pasé toda la semana preparando el programa de hoy. Toda la semana.

Toda.

Desde que terminó la emisión anterior comencé a tallar lápiz. Le di una pulida a la producción, hice un fondo nuevo, le di forma a una nueva sección, me hice el propósito de hacer un programa bien preparadito, de siempre tener tema para hablar y no depender de saludar a los radioescuchas. Imprimí mis guiones. Separé las rolas de El Lado Oscuro y Tons que, mi Reina en carpetas bien organizadas para no perder tiempo buscando las rolas.

Hasta me di el lujo de pelearme con los de telecable y mandar mucho a la chingada a su supervisor.

Hace rato hicimos la emisión en vivo de La Patada en los Ovoides y salió bien.

Y ahora yo no me puedo conectar.

Pero esta vez no es culpa del proveedor de internet, ni de mi equipo, ni siquiera está lloviendo.

Esta vez es el servidor.

Entre las cosas que debo hacer al ponerme ante la consola e iniciar el programa está el ingresar al servidor y desactivar la fuente..., lo hice, de otro modo yo no puedo conectar mi consola para transmitir. Intento conectarme e iniciar mis Noches de Arrabal... ¡Y no me deja!

El temible letrerito que dice "Error"

Reviso el speedtest, traigo buena velocidad, telecable no es el culpable esta vez.

Reviso el servidor, y aunque dice que la fuente está desactivada, sigue sonando la programación habitual, el djchufle. Debería de sonar la rolita que el Dani programó para que sonara algo en el inter en el que uno desconecta la fuente y procede a conectar su consola. Nada, sigue sonando la música.

No me lo explico, no conozco bien este servidor. Sin embargo el Dani me dijo que ciertos botones no hay que oprimirlos bajo ninguna circunstancia.

Okey, no lo hago. Decido dejar por esta vez que la raza piense que soy un güevón que no se desveló para hacer su programa. He perdido 45 minutos y sigo sin poder hacer que esta chingadera suene.

El boton que se me ocurre oprimir es el que dice "reiniciar el servidor".

No lo hice. Me fui a dormir. Pagaré los platos rotos durante la semana.

Pinche centova.

Me estaba quedando bien...

sábado, 5 de julio de 2014

domingo, 22 de junio de 2014

domingo, 23 de febrero de 2014

jueves, 13 de febrero de 2014

"..., 98 - No debo caer en provocaciones de gente pendeja, 99 - No debo caer en..."

Desde hace algunos meses que me convencí a mí mismo de que escribir me abriría las puertas a otro mundo, y puedo decir que así ha sido. Pero no me he podido sumergir en ese mundo que tanto quiero conocer porque escribir no es la actividad que me da los medios para sobrevivir ni sacar adelante a mi familia. Mi amigo el Pirata me dijo una vez que soy un escritor atrapado en el cuerpo de un programador de sistemas. En la presentación de mi libro Elvis es un buen tipo, mi amigo Luis Cisneros dijo que soy un escritor formado que en su tiempo libre se dedica a programar computadoras. En realidad no es mi tiempo libre el que ocupo en esa actividad, sino lo contrario. Hay cosas en las que he reflexionado y que deberé tomar muy en cuenta si de verdad quiero llegar a ese otro mundo.

Ahora que estoy a punto de terminar de escribir mi segundo libro, estoy más tranquilo que la primera vez, quizás se deba a la experiencia. También se debe a que hay cosas que no volveré a hacer en esta ocasión por muchas ganas que tenga de ver terminado mi libro.

La lista estará cambiando.
  1. Que mi participación directa llegue sólo hasta la supervisión de la producción material del libro. La vez anterior, literalmente hice yo el libro. Yo imprimí, corté, pegué, doblé y empaqué el libro. Fue algo muy bonito y aleccionador que terminó por convertirse en algo cansado y tedioso. Esta vez, aunque cueste más trabajo conseguir los medios, buscaré el modo de que sea una imprenta quien haga la manufactura.
  2. No volveré a encargarme personalmente de la venta. Definitivamente haré el esfuerzo de conseguir un agente que lo haga por mí.
  3. No confundir modestia con humildad. No debo permitir que la modestia se interponga en la manera en que me refiera a mi trabajo.
  4. No volveré a regalar el libro. Desde luego que habrá ocasiones en que sea necesario hacerlo. Pero no volveré a regalarlo a diestra y siniestra. Al día de hoy, la mayor parte de gente a la que se lo dí, me ha demostrado que no lo aprecia y hay incluso quien piensa que es mi obligación regalarlo, al grado de que "me lo exigen" aun y cuando deba costear yo la mensajería para enviarlo a otra ciudad. (¡a la chingada!)

miércoles, 15 de enero de 2014