Me la paso mirando en redes sociales en general los lloriqueos de los diseñadores con respecto a lo difícil que es trabajar con los clientes que regatean irracionalmente, que no pagan y que piden puras pendejadas.
Pobrecitos diseñadores.
Se ve que no conocen lo que hace que sus diseños funcionen ni lo que uno tiene que pasar para lograrlo.
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