viernes, 20 de abril de 2018

Did you understand me?

Acabo de recibir una llamada en la que se me pide urgentemente que me asome a ver un mensaje de whatsapp que me fue enviado hace tres minutos...

Creo que lo que quiero decir se explica solo.

Hace poco Lenny Kravitz estuvo en Guadalajara. En una de las canciones (Let love rule), el tipo se puso a divagar y a alucinar y a decirle a los asistentes cuál era su rollo aleccionador para la raza tapatía. Sin querer recordé a James Brown en su papel de Reverendo Cleofus en The Blues Brothers de 1980. Lenny parecía ministro, predicador, diciendo que qué malísimo pedo son todos por ser tan ávidos consumidores de tecnología celular, que qué mala onda por mostrarle el lente de una camarita en lugar de los ojos. "¿Sí me están entendiendo?", preguntó cuando muchos celulares seguían en alto grabando lo que decía. Y ellos, fans acérrimos, baratija en mano, solo gritaban eufóricamente pensando que Lenny estaba dando su bendición y continuaban grabando el regaño para la posteridad.

Sin embargo, ese afán de ser adorado de forma pura y sin intermediarios tecnológicos, no le quita nada de razón. ¿Qué objeto tiene el mantenernos voluntariamente exclavizados al lado del aparatejo? digo, también se me hace chingonsísimo lo que sea que abone a la buena comunicación, pero de eso a pretender que las personas poseedoras de un teléfono celular estén siempre al pendiente y que de inmediato se den por enterados de cualquier cosa que queramos decirles es lo que me hace cuestionarlo también.

En realidad perfiero a Lenny como cantante y showman que como reverendo.

miércoles, 4 de abril de 2018

La vida en rosa

Alguna vez tuve la idea de que ser un escritor era algo cosmopolita, bohemio y arrabalero y la verdad no sé si esas tres cosas pueden ir juntas y ahora me vale madres.... 
Lo que pasa es que ser cosmopolita... pues en realidad no sé qué demonios es eso... si de conocer muchos lugares se trata, pues sí, me encantaría hacerlo y hoy sé que eso está en mi mano, independientemente de lo que me dedique a hacer y de los recursos que tenga... y sobre ser bohemio y arrabalero pues... ¡ya lo soy! Aunque no me la viva en tertulias ni recargado en la barra de la cantina ni garabateando en el café, lo soy.

De modo que solamente tengo que revisar las ideas que tengo al respecto. Es decir, revisar si no estaba siendo yo demasiado idealista como para desperdiciar cosas chidas por no ajustarse a la idea que tenía yo del rol que quería desempeñar. En cierto modo yo estaba viendo la vida de color de rosa, sí, un color de rosa para la idea que tenía sobre ser escritor. Creo que estaba equivocado, hoy tengo otros pensamientos al respecto y creo que el día de mañana quizás haya evolucionado esa idea. En fin. 
Solo sé que con todas las cosas que hago, voluntariamente o porque la vida me hace ir por ese camino, aún así, soy un escritor y lo cierto es que ya he vivido cosas geniales por seguir mi pasión. Y sé que me esperan más cosas fabulosas.

Tengo un tiempo pensando que estoy cansado de quienes ven la vida de color de rosa y se pierden de las cosas que se les presentan que no se ajustan a esa idea, creo que lo que me cansa al respecto es que soy yo lo que no encaja en sus ideas.
Yo podría pensar que simplemente se trata de gente cursi, aferrada y necia... y sigo pensando que lo es. Es solamente que ahora pienso que hay muchos modos de ver la vida de color de rosa, o cuadrada, o circular o del modo que se quiera catalogar.

Una vez un contador que me dio un curso de estadística, no recuerdo su nombre (solo lo conocí por el curso de 10 horas), pero me dijo algo que no he olvidado: "Mucha gente piensa que los contadores somos cuadrados y quizás tengan razón. Yo pienso que todas las personas lo somos, lo único que cambia es el tamaño de nuestro cuadro..."

Ojalá recordara su nombre... por la sola frase se lo merece.