jueves, 15 de noviembre de 2012

Egoísta

Las manos de uno de los hombres se posaban en la garganta de K. Este sujetó las muñecas de su agresor pero era inútil, el agarre era férreo. El gorila lo elevó, deslizándolo por la pared, sus pies se despegaron del piso mientras su vista comenzaba a nublarse. El otro tipo parecía aburrido, se llevó un cigarro a la boca y sin encenderlo comenzó a hurgarle el bolsillo del saco. Lo encontró enseguida. "No puede ser" - pensó. De inmediato se dio cuenta de la gravedad del asunto. Sacó su pistola y poniéndola en la sien del grandote abrió fuego. K boqueaba mientras se liberaba de las manos que hacía un instante lo aprisionaban.

- "¿Porqué...?" - comenzó a preguntar.
- "Esto no se comparte." - dijo el pistolero mientras le ponía el cañón en el cuello. - "¿dónde lo has conseguido? ¿dónde está la parte que falta?"
- "Tú lo has dicho. No se comparte."

Un nuevo disparo sonó en la noche.

 

NOTA: Este es uno de los microrrelatos mencionados con los que participé en el Getafe Negro. - CGG

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