Escuché a un amigo por la radio decir, en referencia a mí, que debe ser difícil estar atrapado en el cuerpo de un programador de sistemas siendo escritor. Lo es.
Lo es porque no siempre he podido empatar ambas actividades y mis más largos periodos de inactividad bloguera corresponden con los mismos periodos en los que he tenido que redoblar mi atención a mi profesión. Directamente proporcional, resultan los lapsos en los que escribo mucho y mi producción de códigos baja. Desafortunadamente, y hablo desde mi disfraz de escritor, a quien he tenido que dedicarle más tiempo es al programador ya que de esa actividad es que vivo.
Este pasado mes de abril escribí más entradas en mi blog que vaios años anteriores juntos. De hecho es el mes en que he colocado más entradas. Aquí es donde comienzo a tratar de hacer un balance entre lo cuantitativo y lo cualitativo. En realidad no se trata del número de entradas. Para mí el ejercicio se trata de obligarme a inventar algo y escribirlo, analizarlo y si considero que vale la pena, mejorarlo y en los mejores casos, utilizarlos. Revisando contextos y personajes.
Llegó ya mayo y con él el ánimo de continuar con el ejercicio. Fuera del blog sigo revisando, corrigiendo y recopilando.
El texto por fin crece.
Salud y gracias!
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