miércoles, 2 de junio de 2010

Montones de nada I

"¿Te conté de mi
problema de incomunicación?
Es no poder incomunicarme"

- Susana Clotilde Chirusi


Creo que ya no recuerdo la última vez que recibí un correo de alguien que me escribiera sólo para saludarme.

Todos los días recibo correos, muchos correos, con los odiados prefijos FW: y RE: que bien podrían ser respuestas a comunicaciones que hice previamente, en cuyo caso no me estaría quejando. Pero se trata en un 100% de correos cadena que pretenden que haga tal o cual cosa so pena de convertirme en víctima de una terrible venganza cósmica, chistoretes, presentaciones de power point que me invitan a reflexionar... montones de nada. No pocos de ellos mencionan que el remitente estaba pensando en mi. Jé.

Tal vez no me debería de quejar ya que hace algun tiempecito que no le escribo a nadie. Aún y cuando soy un convencido de que la amistad se debe de cultivar con detalles como ese. No justificaré el hecho ni continuaré despotricando. Pero aquí y ahora comenzaré con un experimento que documentaré sin afán de medición pero sí con un fin ilustrativo.

El día de hoy enviaré un correo sencillo pero personal a muchos de mis contactos, solamente los voy a saludar. Revisaremos las respuestas.

Desde luego que aquí no mencionaré nombres. Sé de antemano que muchos, la mayoría, no responderán; algunos pocos lo harán (siempre se agradecerá) de un modo lacónico, después de muchos días; no faltará el que diga algo como: "¡Qué milagro!". Y la honrosa minoría, casi hasta sé quien sí lo hará, escribirá algo sabroso y decentemente extenso.

Veremos los resultados.

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