martes, 13 de julio de 2010

La piedrita en el engrane II


¡Cuanta gallardía, chingá!

Hay veces en que la solución a un problema suena tan simple que no nos explicamos cómo es que apareció dicho problema en primer lugar.

Hace unos días anunció el Secretario de Vialidad y Transporte de Jalisco, Diego Monraz la colocación de cámaras de video en las afueras y en el interior del recinto donde se aloja dicha secretaría con el fin de combatir la corrupción. Todos estos temas tienen muchos detalles con los cuales se puede formar una discusión y una polémica.

El simple hecho de hacer lo anterior me dice que el Sr Secretario acepta que en la secretaría a su cargo existe la corrupción (¿habrá colocado camarita también en su oficina?).

Sin embargo, una vez más se le da a la corrupción el trato de ente fantástico y terrible, enemigo de la decente sociedad jalisciense. Olvidan quizás decir que la corrupción es un aparato tan asentado y organizado que no basta con las ingenuas buenas intenciones de campaña mediática para erradicarla con una medida como la de las camaritas.

Pongámonos por un momento a hablar de uno de los dos lados de la corrupción que casi nadie toca y si lo hace, es de un modo moralista y mojigato.

Hablando de Vialidad y Transporte ¿quién es el corruptor? Resulta que el corruptor es usted y soy yo, el ciudadano común y corriente al que le gusta jugar el papel de víctima pero que sin lugar a dudas es el insumo principal de este aparato.

Todos hemos tenido prisa, todos hemos tenido un mal día y lo reflejamos al conducir, todos cometemos torpezas, todos nos sentimos ases del volante, a todos se nos hace fácil dar una vuelta prohibida, pasar un alto o hacer caso omiso de algún señalamiento. Y casi ninguno tiene a la mano la Ley de Tránsito y Vialidad de Jalisco o sus documentos en regla.

Imagínese el festín para un agente (vulgo, támaro) que simplemente se pasea en moto como tiburón en medio de un cardumen. Seguramente los peces también piensan que el tiburón es malvado.

El támaro no hace más que explotar nuestra ignorancia de las leyes, nuestra güeva de ir a tramitar nuestros papeles, nuestra negativa a salir de nuestra comodidad yendo a perder una mañana en la secretaría y sobre todo, nuestro miedo a la llamada de atención, a que a nuestro vehículo se lo lleven al corralón o nos quiten nuestros papeles. En resumen, explota nuestra necedad de no hacernos responsables de nuestro vehículo ni de nuestra forma de conducirlo.

¿Usted cree que el inofensivo támaro se va a ir a tomar un refresco y a comer una torta ahogada con los 100 pesos que le de por perdonarle pasarse una luz roja del semáforo? ¿De verdad cree que ese dinero es para él?

¿Cuánto dinero cree usted que recauden, digamos en medio día? ¿le gustan $2,500? ¡Todo mundo querría ser támaro!

¿o no?

¿Usted quisiera ser támaro si le dijeran que esos dos mil quinientos pesos se los tuviera que dar completitos a su comandante? ¡claro! Porque si no, se baja usted de la moto y se va a tragar smog al crucero más jodido que encuentre para usted el susodicho comandante, o lo sientan en una bici para que queme esa panza de mariachi que se carga. No, mejor seguir subido en la moto pescando incautos, es más fácil, aunque todos los días encuentre la moto con un par de litros menos de gas que cuando la entregó el día anterior y le tenga que llenar el tanque de su bolsa (habrá que esforzarse y sobrepasar un poco la "cuota" pa' que salga pa' la gas) ¿No le habían puesto bujías nuevas a su moto? ¿si? ¿y dónde están? Si mete usted su moto al taller corre el riesgo de tenerla detenida toda la semana y con eso no poder cubrir la cuota. No, mejor meterla a un taller particular aunque deba pagar una vez más de su propio dinero (¿dije "propio dinero"? jeje). Quizás al final del día quede algo de plata para cenar algo.

¿Se imagina usted porqué a veces los támaros parecen tan implacables?

¿Usted cree que alguno de verdad tenga deseos de no morder?

Póngase ahora por un momento en los zapatos del comandante... vaya, los números que estoy mencionando son al tanteo pero la ecuación es sencilla: La mitad pa'rriba. La cuarta pa'bajo. ¿quién sigue después del comandante? ¿y después? Coja usted altura.

Pobrecitos ¿verdad?

Como el tiburón, no son malos, hacen lo necesario para vivir en su medio.

¿Qué pasaría con los tiburones si se les acabaran los bancos de peces para comer?

Haga un experimento. La próxima vez que se pase un alto, o lo pillen con exceso de velocidad amárrese un güevo y no le dé ni madres de dinero al támaro. Lo único que pasará es que deberá sufrir la sanción correspondiente.

Solo imagine un día (uno), sólo 1 (uno), en el que ningún támaro obtenga nada de los ciudadanos. Piense por un momento lo que le ocurriría al Aparato Completo.

Sólo un día, carajo.

Si usted estudiara un poco el reglamento de tránsito bien podría defenderse con éxito ante cualquier intento de abuso... Si usted se tomara unas horas podría ir a pagar su refrendo al inicio de cada año, su verificación ¿porque no? a todos nos gusta traer afinadito el carro. Saque como es debido su licencia y refréndela cada vez que expire. Si toma no maneje. Cuide su forma de conducir. Hágase responsable de las tarugadas que haga al volante.

Suena fácil, mas no cómodo.

¿No quiere hacerlo? Nos haría un favor a todos dejando de conducir, la verdad.

No sea güevón(a), no sea tont@, deje de ser un buen negocio para estas ratas y entonces podrá exigir.

domingo, 4 de julio de 2010

El oficio vendrá y te agarrará de los tompiates...

Dado que no hay plazo que a su término no llegue,
aquí sentado frente al bloc de notas me tienes.
Tanta blancura impone; a intimidarme alcanza.
Trato darme valor y digo:
"vamos, no pierdas la esperanza".

- Menuda Coincidencia en Verso ¿sin esfuerzo?

No puedes evitar recordar a los personajes de Trino en La Chora Interminable: un escritor en mangas de camisa con un eterno cigarro en la mano que nunca escribe nada y una Musa chafa acompañándolo... vaya, te consta que las oleadas de inspiración de repente llegan y no te dejan en paz hasta que les das salida. De repente usas tiempo clandestino para aventajarle a la novela que espera pacientemente desde hace meses a que le añadas capítulos, párrafos. Dejas de escribir algunos códigos, algunos programas, chamba que todo mundo espera que hagas para ayer para sacarte de la manga un capítulo de 5 cuartillas para la mencionada novela. Excelente, pero de pronto el sentimiento de culpa asqueroso y detestable llega a fastidiarte el momento de éxito. Tomas por asalto tres cuartos de hora que se supone son para otra cosa y te metes a un café con una silla cómoda y un enchufe cercano para la laptop y se te van dos tercios del tiempo pensando qué demonios escribir que justifique la infracción. Tarde de lluvia, dispones de un par de horas a solas en tu estudio... tasa de café, pachita nalguera con un poco de licor, un par de rebanadas de pan tostado, y pinchemil gigas de música a tu disposición. Nada. Sabes que no tienes todo el día, toda la tarde... ni siquiera toda la noche o días próximos. Tu oficio regresará a agarrarte de los tompiates y no te los soltará hasta que termines los reportes para el sistema de información de los programas de inversión escolar, o que le avances algo al sistema de información hospitalaria que tiene meses de retraso y que te está robando mucho de tu tiempo, la chamba por fuera ocupará tus tardes y tus noches; hasta tiempo del que oficialemente no dispones. Carajo. Darías mucho para que eso se acabe y puedas usar ese tiempo para escribir otras cosas. Paciencia, te dices mientras los minutos pasan y se acerca el momento en que deberás apagar la computadora y olvidarte hasta nuevo aviso de contar con tiempo disponible para "escribir".

miércoles, 30 de junio de 2010

Flojera, güeva y modorra

"el piloto automático ahorita no es recomendable... me parto la madre"
-Carlos G Garibay

"ton's hay que nadar de muertito..."
-Carlos A Gómez


¿Alguna vez ha sentido enormes ganas de no hacer nada?

No me refiero a la simple flojera, la güeva, la modorra que de vez en cuando nos permitimos sentir para justificar el que estemos dándole vueltas al google, a la güikipedia o al feisbuc; darle vueltas a cualquier asunto, hacernos pendejos en lugar de ponernos a trabajar o hacer cualquier cosa de provecho.

Estoy hablando del terrible, culerísimo, sentimiento de pérdida de tiempo. Sentir que no tiene caso seguir haciendo lo que se hace todos los días.

¿Para qué?

Que lo único que se apetece es dormir, sin que llegue ningún inoportuno a despertarlo a uno. Que no suene el maldito teléfono porque en tal caso le caemos a golpes de llave stillson como la Pantera Rosa; ni que le vengan a responsabilizar a uno con problemas ni estupideces que no incumben.

¿Dije apetece? debí de haber dicho anhela...

No me hagan caso, sólo necesito gas.

¿Lo han sentido?

martes, 22 de junio de 2010

La más fea

Me llama la atención que hace unos días los comentaristas de la tele (¿cuál tele? ¡todas!) hacían lo imposible por convencer a la banda de que "Se le había ganado a una selección de primer nivel (Francia), un ex-campeón mundial, el actual subcampeón" y que se vislumbraba un futuro luminoso para el Tri (así sería - de 25 watts como dijera Mafalda - si al Guille Franco de menos le hubieran sacado la amarilla que le impidiera jugar el próximo).

Hoy en día, pasada la euforia, llega la resaca en forma de mediocre clasificación de panzazo y nadie parece ocultar el miedo que se tiene de enfrentar a los Argentinos.

Sí, dije miedo.

El crudito que es hoy la Selección Mexicana se despertó después de la borrachera y a su lado estaba la más fea.

No confundir, siempre y en todos lados digo que me interesa poco el fut, que lo que hay alrededor de el me castra y es verdad, aunque debo reconocer que es un bonito deporte y que sí me gusta que gane el Tri (¿o debería decir ganamos?). De verdad deseo que hagan un buen papel. Aunque detrás solo haya negocio.

Hoy escuché a Don Jaime García Elías mencionar algo que me pareció razonable si se le trata de dar una justa medida. "México no será ni mejor ni peor una vez que pase el Mundial, pero por lo menos podría estar más contento".

Este comentario solamente tiene un fin catártico, al fin y al cabo yo ni sé nada sobre futbol...

¡salud!

Enseña la cara, desgraciado


La lluvia en esa tarde de enero estaba comenzando a convertirse en un agudo mojapendejos y hacía que la espera pareciera más larga aunque apenas se iban a completar los dos cuartos de hora. La Negra se ajustó una vez más la capucha del impermeable que escurría intensamente desde hacía rato. En favor de la discreción había prescindido del paraguas y acurrucada en la esquina norte del puente seguía aguardando algún movimiento en el estacionamiento de la plaza.

Bajo el puente la Avenida Ávila Camacho comenzaba a convertirse en un caos con el tráfico de las siete bajo la lluvia. La Negra maldijo en silencio. - Con este aguacero no vendrán estos cabrones. - Palpó amorosamente bajo el impermeable la cámara que, previsora ella, había envuelto cuidadosamente en plástico para evitar que se mojara cuando un movimiento en la plaza la alertó. El Honda plateado se acercaba lentamente a su lugar en el estacionamiento, el soplo era correcto. Las luces se apagaron y los limpiaparabrisas se detuvieron al apagarse el auto. - La cara. Enseña la cara, desgraciado - Musitó la Negra agachada, cubriéndose tras el parapeto mientras preparaba su cámara. No tenía caso disparar ahora y arriesgarse a que la pillaran. Esperó.

La lluvia no parecía amainar y la Negra estaba comenzando a entumirse en su escondrijo. Sin embargo la lluvia la favorecía pues gracias a ella el puente estaba más solitario que de costumbre. Tan sólo pasaron cinco minutos cuando la camioneta apareció en el estacionamiento, los códigos apagados, lento andar, dos números en el interior. El pulso se acelera mientras se enciende la cámara y se reza porque las mustias plantas del macetero en el puente sean suficiente camuflaje.

La Negra sacó su cámara, se apoyó en la barda y comenzó a enfocar. La patrulla se emparejó con el honda, se abrieron las ventanillas. La Negra comenzó a disparar en rápida sucesión mientras en el estacionamiento de la plaza los dos vehículos intercambiaban sobres. Cuando la patrulla arrancó la Negra contuvo el aliento, no se movió y cuando vio que se perdía de nuevo en el interior de la plaza se atrevió a quitarse sentándose con el muro por respaldo. Tras unos instantes que le sirvieron para normalizar su respiración se asomó una vez más tan solo para ver al honda tomando la salida a la Avenida Patria.

Todo había acabado.

jueves, 17 de junio de 2010

El mejor lugar para romperse un hueso

"Si no hay café para todos,
no habrá para nadie."

- Atribuída a Ernesto Che Guevara

En estos días de euforia pambolera no puedo evitar enterarme de cosas que podría seguir ignorando felizmente aunque algunas de ellas de repente me llaman la atención.

Hace unos días leí una nota sobre Didier Drogba, astro de Costa de Marfil, que fue recientemente operado de una fractura en el húmero derecho y que iba a poder jugar contra Portugal con una funda protectora a la que la delegación portuguesa había ya dado el visto bueno.

"El yeso protector que piensa utilizar Drogba fue examinado por la delegación de Portugal en la reunión de coordinación de ayer y no puso objeciones", explicó el director de Comunicación de la FIFA, Nicolas Maingot. Todo esto señalado en la nota de ESPN.

El mencionado jugador terminó entrando de cambio en el minuto 65, es decir, jugó aproximadamente 25 minutos en un partido que terminó sin goles y con muchas críticas para Portugal, selección que en el papel era favorita para llevarse la victoria en dicho encuentro.

Después de eso, Carlos Queiroz, DT de Portugal entre sus reflexiones, justificaciones y pretextos también vertió críticas hacia el hecho de que el delantero marfileño Didier Drogba pudiera jugar el partido ante Portugal con una protección en su brazo fracturado la pasada semana.

"No se puede jugar con una venda en el brazo y, de repente, aparece un jugador con una protección. Se le debería haber consultado a Portugal en este tema", dijo Queiroz en rueda de prensa a la conclusión del partido entre Portugal y Costa de Marfil. Esto también según nota de ESPN.

Me pregunto si el señor Queiroz no recuerda que se le consultó sobre el asunto a la Delegación Portuguesa y que según todo mundo no puso objeciones al respecto.

Estas cosas relacionadas con el futbol, ajenas por completo al espíritu deportivo y caballeresco que de forma romántica (y en el fondo hipócrita) nos inculcan junto con el deporte son las que en verdad me castran. La actitud del señor Queiroz me parece de nenas, de quejicas y de mediocres que anteponen infinidad de pretextos ante resultados que son previsibles (¿qué cuando alguien juega futbol no sabe que puede ganar, perder o empatar?).

¿Porqué no permitir que el jugador juegue? No soy médico y desconozco por completo las implicaciones que tiene la lesión del jugador pero mi sentido común me dice que dicho jugador estaría disminuído físicamente a la hora de jugar, aún asi quiere hacerlo (¡esas son yemas! ¿o son los patrocinadores los que quieren que juegue?) y después el técnico portugués sale con esa rabieta (¿le tiene miedo a un jugador lesionado?).

Otra cosa que me pone a (mal)pensar es ésto: Costa de Marfil es un país cuya principal fuente de ingresos es la producción de cacao y café, rubros en los que en las últimas décadas ha decaído a causa de la corrupción interna que ha obligado al país a importar dichos productos. Apenas en 2007 concluyó una Guerra Civil que había iniciado en 2002, han tenido broncas con Francia y el nivel de vida de la población es bajo (por no decir jodido). Nadie lo dice pero celebran los goles del mencionado tirando tiros de cuerno de chivo al aire. Como la gran mayoría de países africanos, andan mal. Yo me pregunto ¿esa maravilla médica que permite que un jugador de futbol con una fractura de húmero sufrida el día 4 de junio esté jugando en un partido mundialista apenas 11 días después del hecho, estará al alcance del común ciudadano marfileño?

Salud!

martes, 15 de junio de 2010

La piedrita en el engrane I

"No menos que saber me place dudar"
- Dante Alighieri


Ante la vorágine de medios masivos de información ahora el problema radica en seleccionar no sólo una, sino varias fuentes confiables de datos para poder formar un criterio que nos aude a decidir cómo nos la vamos a jugar.

Me gustan los periódicos (no todos, desde luego, hablo en términos genéricos) y aunque mi ritmo de vida me impide sentarme cotidianamente a disfrutar la lectura del diario de mi preferencia yo busco enterarme por otros medios de las cosas que pasan a mi alrededor. La radio a la que le estoy consagrando algo de tiempo y esfuerzo en un proyecto independiente me agobia ante su escasa propuesta (musical por lo menos) aunque tengo ya identificados varios programas de opinión y noticias que me han parecido razonables. El internet con todos sus asegunes y riesgos; no hay que creer todo lo que se lee allí por el mero hecho de estar publicado allí. Hay que echarse un clavado, leer varias fuentes, leer entre líneas, identificar el copy-paste (trece años de maestro de prepa y licenciatura ayudan en eso). Hacer una selección de blogs, aprovechar de repente el lavadero gigante que son las redes sociales, radio rumor (no confundir rumor con chisme).

De vez en cuando hay que sufrir alguno que otro bodrio que entre otras cosas nos sirve para darnos cuenta de que no andamos tan errados. En fin, yo pienso que todo esto produce un enorme caldo de cultivo con la infinita cantidad de opiniones encontradas entre los ciudadanos. Al margen del respeto que se debe tener ante las ideas ajenas bien se pueden lograr acuerdos y concensos que nos permitan avanzar como sociedad (utópico, pero se supone que es la idea) cuando se coincide en algunas ideas (Aunque a las ideas les estorban los intereses, cuando no están con ellos).

Muchos medios, analistas, comunicadores que admiro, respeto, sigo y reconozco como proveedores de muchos insumos para buena parte de mi criterio pueden haber dado en el clavo en muchos de sus esquemas. En buena medida gracias a ellos sabemos que tal o cual político por lo menos nos está viendo la cara de rumiantes, nos está robando, se está sirviendo de nosotros y lo estamos dejando... sabemos que todo es responsabilidad nuestra, en mayor o menor medida, individual y/o colectivamente la solución, la culpa, toda la base del sistema, somos nosotros ¿Será cierto que cambiando en lo individual, que convirtiéndonos en unos ciudadanos buenos, cumplidores y responsables el de arriba se lo pensará dos veces antes de seguir xingándonos?

Todo esto forma parte de un debate enorme y jamás arreglaré el mundo desde aquí pero...

¿se ha puesto a pensar en lo que pasaría si un sólo día (1) nadie le diera una sola mordida a los támaros?

Piénselo, saque cuentas...